Así
lo describía una antigua “Guía del Pirineo Occidental Oscense”
de finales de los ochenta, que conservo y todavía utilizo. Y me lo
sigue pareciendo, sobre todo en invierno. Alrededor de un ibón represado, a 2.115 m. de altitud, se alza un impresionante conjunto de cimas: Pico de la Moleta, Pico de la Tronquera, Pala de Ip, Pico de Escarra, Hombro de Escarra, Punta del Águila, Pala de Alcañíz, Peña Nevera, Pico del Fraile y Peña Collarada. La mayoría de ellas superan los 2.700 m. de altura y La Collarada es el punto culminante que, con sus 2.886 m., los mismos del Midi d’Ossau, se eleva dos mil metros de desnivel sobre el valle de Canfranc.
Desde
esa última población, se ascienden 1.000 m. hasta el circo, bien
por el camino de La Solana, margen derecho del barranco de Ip, o por
la senda de La Besera, margen izquierdo. Esta última, que discurre
por la umbría y bajo los contrafuertes norte de Los Campanales,
presentaba pasajes totalmente congelados.
El
único contrapunto a este salvaje lugar lo ponen las edificaciones
que quedaron, tras la construcción de la presa. Aunque una de ellas
sirve como refugio de montaña, situado al pie de la presa y de la
soberbia cara norte de Collarada, que se eleva 800 m. en su vertical.
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Gracias por darnos a conocer y acercarnos a lugares como este.
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